lunes, 16 de abril de 2012

Sequedad vaginal

La sequedad vaginal es una de las principales causas de dolor durante las relaciones sexuales o dispaurenia, y puede estar producida por dos tipos de causas: orgánicas y/o de tipo psicológico.



El factor psicológico

Los miedos o temores referidos a la práctica sexual pueden ser factores subyacentes a la sequedad vaginal. De hecho, ésta puede ser considerada como un dato revelador de la inhibición o la falta de interés por el sexo, por la pareja o, simplemente, por las circunstancias que rodean el encuentro amoroso. Asimismo, la incidencia de sequedad vaginal es mayor en aquellas mujeres con una sexualidad escasa que en las que llevan una vida sexual activa, independientemente de la edad que tengan o cualquier otro factor. Está demostrado que mantener relaciones sexuales regulares permite mantener la elasticidad de los tejidos y el equilibrio hormonal.

El factor orgánico

Entre las causas orgánicas, la más habitual es la insuficiente cantidad de estrógenos. El volumen y la viscosidad de la lubricación varían a lo largo del ciclo menstrual, siguiendo la fluctuación de las hormonas, principalmente de los estrógenos, producidos básicamente durante la fase de maduración del óvulo, cuando éste aún no ha sido liberado del ovario. Por esta razón, durante la menstruación la capacidad de lubricación se reduce notablemente.
También durante el embarazo, después del parto o en el período de lactancia puede estar alterado el proceso de humidificación vaginal; sin embargo, cuando los niveles hormonales vuelven a la normalidad, el problema desaparece.

Otros factores

La vaginitis, que es la inflamación de los tejidos vaginales, también provoca sequedad. En el caso de las mujeres con diabetes en las que la lubricación vaginal puede estar disminuida, particularmente en aquellas con un control deficiente de la glucosa sanguínea, esta pérdida de lubricación puede asociarse a dos complicaciones: la neuropatía, que puede disminuir la respuesta al estímulo sexual, y el daño a los vasos sanguíneos, que limita el flujo sanguíneo en la pared vaginal disminuyendo la cantidad de flujo lubricante.

Ciertos medicamentos para el tratamiento del cáncer de mama, ovario o de útero, pastillas anticonceptivas, antidepresivos y antialérgicos, llegan a producir disminución de la secreción vaginal.

También se ha asociado la sequedad vaginal con el uso de cigarrillo, alcohol en exceso y al consumo de marihuana.

La menopausia (ver publicación )


Soluciones a tu alcance

Para neutralizar las molestias en la zona vaginal se aconseja la el uso de lubricantes, éstos deben ser de base hídrica (agua), ya que aquellos procedentes del petróleo (como vaselina o aceites minerales) no se absorben de igual forma y pueden adherirse a la mucosa vaginal y disfrazar infecciones o favorecer el desarrollo de bacterias. Es conveniente que el producto sea ligeramente ácido, con un pH no mayor de 5.0, a fin de que se asemeje al de esta parte del cuerpo. Con ello se evita el desarrollo de bacterias que pueden invadir la vagina.

Pero recuerda que siempre, lo más recomendable, es acudir a tu ginecólogo de confianza.

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